30 de octubre de 2014

Sa-Roc

La reivindicación de las raíces africanas y su resurgimiento tras despojarse de las cadenas son pilares clave en la evolución del Rap, una consolidación tras un origen de por sí clandestino y lleno de simbolismo gracias a su surgimiento en el Bronx. Movimientos como la Zulu-Nation, Blackwatch Movement o algunos de los miembros relacionados con la Nación de los Dioses y las Tierras (Ghostface Killah, Lord Jamar, Erykah Badu, Rakim...), son los que se han encargado de ahondar en un concepto ancestral común que puede encontrarse bajo infinitos nombres: el Hombre Original, el conocimiento del Ser Supremo a través de la lectura de códigos que se encuentran en tu propia sangre, la tribu de Shabazz, el 7. Actualmente, donde más que música hay modelos y más que filosofía hay apariencia, pocos son los que siguen construyendo sabiduría junto al oyente. Una de ellas es la poco a poco mítica Sa-Roc, en cuyo último disco "NEBUCHADNEZZAR" se centra en recopilar y construir parte de esta cultura personalmente interna y colectivamente arcana al mismo tiempo.




La vez que Sa-Roc decidió transformar su escritura sagrada con el micro surgió en 2002 de la conexión con el productor Sol Messiah, un DJ y productor de Atlanta que ha trabajado con Dead Prez, Jay Electronica o Nappy Roots, entre otros; sacando su Yo más eléctrico y cósmico en los ritmos que les vincula. Entre ambos han creado recientemente el Gop Hop Movement, dedicada a realzar un diálogo surgido de los oprimidos clamando basta! en los años 30 y que debido a su continuidad no ha podido olvidarse. Ellos mismos lo definen como "una comunicación avanzada de los ancestros a los ascendentes artísticamente equipados para ampliar y potenciar las mentes hacia una mayor realización (...) una misión para perfeccionar la vida, lo que significa que vivimos, pensamos y nos gobernamos nosotros mismos como el Altísimo Dios Supremo lo haría en su forma física". 



En sus últimos discos, a pesar de llevar más de diez años trabajando, han encontrado un punto de resurgimiento clave ligado a la creación del movimiento God Hop. Centrándonos en el último, editado el 15 de julio, se esconde bajo su título la figura histórica de Nabucodonosor II, rey de Babilonia, glorificado por los suyos y temido por sus conquistas. De los 21 temas que componen el disco, Sa-Roc ya nos ha mostrado en formato audiovisual cinco cortes (si no me he perdido alguno más), muy centrados en las enseñanzas que nos han llegado de Babilonia y en el relacionado legado de un antiguo manifiesto bíblico y personal muy profundo, que ya venía anunciando desde su anterior obra, "Babylon".




Pevio a esta nueva obra, le preceden nada menos que ocho discos más uno de remixes, desde su primer trabajo Astral Chronicles pasando por Journey of the Starseed, donde deja hueco para uno de sus temas más críticos con la indutria y el nuevo camino desviado que está siguiendo la música. Se trata del corte "Industry (End-us-try)", en cuya letra hace un largo repaso a las manzanas podridas que te vas encontrando en este mundo, por ejemplo al hablar de la conciencia del cambio musical en estos días, pero que no imaginaba que enseñar el booty se convirtiera, literalmente, en clase A y transformara a los cantantes en mero plástico.

"You can spit 16 bout your beautiful swag, 
but you didn't know a thing about the war in the Sudan."




Sa-Roc, hija de padres africanos, procede del sureste de Washington D.C. ("Chocolate City"), un área donde se ha preservado ferozmente la cultura y donde los movimientos sociales cobran una voz fuerte y concienciada. Sencillamente, así se muestra expandiendo música con sustancia que divaga entre movimientos mistéricos del judaísmo, del budismo y del Islam, así como estar enormemente influenciada por los mensajes al hombre negro del profeta Elijah Muhammad; hasta revelar sus procesos internos, instar al conocimiento propio de las mujeres o mostrar dónde se encuentran las auténticas noticias, en el barrio. Unos viajes que van más allá de rimar unas líneas pegadizas e ingeniosas.

Sin duda, esuchándola sientes en el paladar la frescura y actitud que traían colectivos animando a la sabiduría personal o el hormigueo que producía adentrarse en aquellos primeros discos de Queen Latifah o LinQue. Como Sa-Roc dice en sus barras: "Black is Back"!